El dolor, un compañero indeseable
Las heridas crónicas van normalmente acompañadas de dolor, que puede seguir aumentando con el contacto o los cambios de temperatura. El objetivo del tratamiento de heridas integral debe ser determinar su percepción individual del dolor y tratarlo de manera que le sea soportable.
El control del dolor se puede lograr con la ayuda de analgésicos que le recomiende y prescriba su médico. No obstante, una limpieza efectiva de la herida conduce a la prevención de infecciones de heridas, junto con cambios menos frecuentes de apósitos, gracias a los apósitos de cura avanzada. Estos factores contribuyen a mejorar la calidad de vida.
Para que un tratamiento contra el dolor tenga éxito, deben definirse las siguientes características:
- ¿Dónde?, en la herida, en los bordes de la herida o fuera de ella
- ¿Cómo?, quemazón, dolor pulsátil, dolor punzante o difícil de definir
- ¿Cuándo sucede esto?
- ¿Cuánto dura?
- ¿Es particularmente intenso en determinadas situaciones como cambio de apósito, limpieza de la herida o ciertas posiciones corporales?
- ¿Afecta a su vida cotidiana como el sueño, el movimiento corporal, el apetito?